En un mundo donde la energía es un recurso preciado y su consumo es esencial para nuestras vidas cotidianas, surge la necesidad de optimizar su uso. Es aquí donde entra en juego un concepto clave: la eficiencia energética. En este artículo, exploraremos en qué consiste este término y por qué debería importarnos a todos, desde el ciudadano común hasta el experto en temas energéticos.
¿Qué es la Eficiencia Energética?
La eficiencia energética se refiere a la relación entre la cantidad de energía utilizada y los resultados obtenidos. En otras palabras, es la capacidad de realizar una tarea o proporcionar un servicio utilizando la menor cantidad de energía posible. Imagina encender una bombilla y obtener la misma cantidad de luz con un menor consumo de electricidad. Eso es eficiencia energética en acción.
¿Por qué es importante?
1. Sostenibilidad Ambiental
La eficiencia energética no solo beneficia a nuestro bolsillo, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Reducir el consumo de energía significa disminuir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y, por ende, contribuir a la lucha contra el cambio climático.
2. Ahorro Económico
Imagina pagar menos en tus facturas de electricidad; la eficiencia energética puede hacer realidad ese sueño. Cuando utilizamos la energía de manera más eficiente, reducimos los costos asociados con su consumo. Esto es beneficioso a nivel industrial, comercial y residencial
Ejemplos Prácticos
1. Iluminación Eficiente
Cambiando nuestras bombillas tradicionales por tecnología LED, podemos obtener la
misma luminosidad con un consumo significativamente menor. Esto no solo se traduce
en facturas de electricidad más bajas, sino también en una vida útil más larga para las
bombillas.
2. Electrodomésticos Inteligentes
La nueva generación de electrodomésticos está diseñada con un enfoque en la eficiencia energética. Los refrigeradores, lavadoras y otros dispositivos pueden realizar las mismas tareas con un consumo menor de energía, gracias a tecnologías como la gestión inteligente de la energía.
3. Aislamiento Térmico
Un buen aislamiento en hogares, edificios y oficinas reduce la necesidad de calefacción
y refrigeración. Esto significa que, en invierno, conservamos el calor interior por más
tiempo, y en verano, mantenemos el ambiente fresco sin depender tanto de los aires
acondicionados. Ambas situaciones se traducen en un menor consumo energético.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética?
1. Auditoría Energética
Realizar una auditoría energética puede ser el primer paso para identificar áreas de mejora.
Esto implica evaluar el rendimiento de los dispositivos y la eficacia del aislamiento.
2. Uso Consciente de Electrodomésticos
Apagar los electrodomésticos cuando no están en uso y utilizarlos de manera consciente
puede marcar la diferencia. Además, considera la posibilidad de invertir en equipos,
dispositivos o electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética.
3. Actualización de Infraestructuras
La inversión en tecnologías más eficientes, como sistemas de calefacción y refrigeración de
última generación, puede pagar dividendos a corto o mediano plazo. Aunque la inversión
inicial puede ser mayor, los ahorros a corto o mediano plazo del tiempo justifican el
desembolso.
La eficiencia energética es un concepto fundamental que todos deberíamos comprender y aplicar en nuestras vidas cotidianas. No solo nos ayuda a ahorrar dinero, sino que también desempeña un papel crucial en la preservación de nuestro planeta. Desde pequeños cambios en nuestros hábitos diarios hasta inversiones a largo plazo en tecnologías eficientes, cada acción cuenta en la búsqueda de un futuro más sostenible. La eficiencia energética no es solo para expertos, es para todos.
En Colombia de acuerdo con el Plan Energético Nacional -PEN- 2020-2050, la eficiencia
energética del país es de 31%. en promedio, al usar energéticos, de cada 100 unidades de
energía se pierden 69, y solo se aprovechan efectivamente 31. La eficiencia energética varía
según el sector, desde un 55% en la industria hasta un abismal 18% en los hogares.
Consecuentemente, mejorar la eficiencia energética, además de ser un objetivo
evidentemente meritorio como ahorro, es una de las medidas de mayor impacto potencial
para disminuir nuestra huella de carbono.
En este sentido, la Ley 697 de 2001 y la Ley 1715 de 2014 proveen una serie de incentivos tributarios a quienes realicen proyectos de eficiencia energética. Lo anterior, con el objeto de promover las inversiones en equipos y servicios, que por sus costos o falta de información pueden no llevarse a cabo, pero que contribuyen a alcanzar los propósitos comunes de estas dos leyes, que son: Asegurar el abastecimiento energético, mejorar la competitividad de la economía nacional y reducir el impacto ambiental asociado al consumo de energía.
Gracias a la expedición de estas dos leyes, las medidas y acciones de eficiencia energética que se identifiquen como susceptibles de incentivos tributarios en los planes de acción indicativos del PROURE (Programa de uso racional y eficiente de la energía) tienen acceso a la exclusión de IVA, descuento o deducción de renta, exención de aranceles y depreciación acelerada.
La repartición del 10% de reducción de consumo en los sectores analizados es la siguiente:
transporte con 3,71%, residencial 2,89%, industrial 1,41%, terciario 0,72% y otros con 0,61%
restante.
En las siguientes gráficas evidenciamos con mayor claridad el panorama y los resultados
agregados del PAI-PROURE 2022-2030:
https://www1.upme.gov.co/DemandayEficiencia/Paginas/PROURE.aspx
Reducción de consumo energético sobre escenario tendencial de las medidas analizadas en el PAI-PROURE 2022-2030 por sector
Prueba Karen